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Por Andrew Schlund – pastor en New Orleans – USA.

Hay una respuesta sencilla para esta pregunta tan profunda: observa qué miran tus hijos. Cuando los hijos son pequeños aprenden fácilmente y recuerdan todas las cosas. Esto cambia en nosotros los adultos. Se dice que los niños pequeños son como esponjas que van absorbiendo todo a su alrededor, por esta razón es importante observar que es lo que miran tus hijos.

Al observarlos, encontraremos en ellos un reflejo de nosotros mismos.

Nuestros hijos nos miran constantemente, seguido están observando nuestras acciones y actitudes, ellos miran y aprenden todo de sus padres, la manera de hablar, la forma de caminar, el comportamiento que tenemos con otras personas, cómo afrontamos situaciones, incluso, y lo más importante, ellos aprenden cómo ser una familia en el hogar. La forma en que como padres nos comportamos se verá reflejada en ellos, en su comportamiento en el mundo.

Nuestros hijos miran cómo nosotros, sus padres, nos comportamos; si hay respeto, amor, paciencia, o si carecemos de todo esto, ellos absorben todo, así que si hablamos bien, nos comportamos bien, si hablamos con amor y nos comportamos con amor, ellos observarán y aprenderán de un buen ejemplo. De la misma manera, si en nuestra relación los hijos miran que únicamente hay peleas, discusiones, si la forma de hablarnos es con groserías y falta de respeto, ellos también observarán y aprenderán de este mal ejemplo.

Y esto es lo que ellos reflejarán en sus relaciones, con amigos o compañeros de escuela e incluso hacia nosotros mismos. Realmente si queremos ser unos mejores padres, primero debemos tratarnos entre nosotros con amor, respeto y paciencia, estas son las bases para una relación firme, al mismo tiempo son las bases para un hogar feliz.

Lo mejor que puedes hacer por tus hijos es darles un hogar donde exista una buena y sana  relación entre los padres. Y esto no es nada fácil, es algo que requiere mucho trabajo y compromiso por las dos partes.

Mi abuelo me dió un sabio consejo, y me gustaría compartirlo con ustedes: “existen seis palabras necesarias para un matrimonio saludable: lo siento, te perdono y te amo.”

Deseo que Dios bendiga y fortalezca sus hogares, que haya amor, paz y paciencia en ellos, pero principalmente perdón. Si en nuestros hogares encontramos y reflejamos esto, nuestros hijos crecerán de manera saludable. Oro para que Dios ayude a cada uno de ustedes a reflejar amor en cada uno de sus hogares.

Visita nuestra página Criando a los hijos con amor.


La forma en que como padres nos comportamos se verá reflejada en ellos, en su comportamiento en el mundo.

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