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Tengo pensamientos suicidas - ¿Qué hago?

Daniela von Mühlen - Psicóloga

Me alegro de que hayas llegado a esta página. ¿Está buscando información sobre cómo aliviar tu dolor o sufrimiento? ¿Estás pensando en medidas extremas? ¡No hagas nada ahora! Hablemos de eso y de lo que está pasando contigo en este momento. En tiempos difíciles de la vida, necesitamos ayuda para ver nuevas posibilidades para el presente y el futuro. Entonces, quédate con nosotros, también tenemos un espacio para que nos hables de manera confidencial, sobre cualquier asunto o inquietud sin juzgarte. ¡Eres importante para nosotros!

Tenemos otros contenidos que puedes mirar:

1 - Perdí a alguien por causa del suicidio - ¿Cómo seguir adelante?
2 - Conozco alguien que tiene pensamientos suicidas - ¿Qué puedo hacer?
3 - Puedes descargar aquí el Plan de Seguridad Contra el Suicidio!

9 de cada 10

9 de cada 10 - Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cada diez suicidios, nueve pueden evitarse si se busca ayuda.

¡Llegaste aquí  y eso no fue un accidente!

“La desesperación roza lo insoportable. Cada día, el sufrimiento, físico o emocional, se vuelve más intenso y la vida se convierte en una carga pesada y angustiosa. tu dolor parece incomunicable; por mucho que intentes expresar la tristeza que sientes, nadie parece escucharte ni entenderte. La vida pierde su sentido. El mundo que te rodea es insulso. Sueñas con la posibilidad de cerrar los ojos y despertarte en un mundo totalmente diferente, en el que tus necesidades queden satisfechas y te sientas distinto. ¿Es la muerte el pasaporte a esta nueva vida? »

Si llegaste hasta aquí, puede ser que ya hayas pensado en quitarte la vida, o que sería mejor no estar vivo o incluso que no tienes a dónde acudir, porque no quieres ser una carga para tu familia o amigos, ¿verdad?

Bueno, estamos aquí para ayudarte y puedes estar seguro de que hay personas que quieren tu bien, que te extrañan y se preocupan por ti, aunque tú no lo creas.

Probablemente tu deseo sea dejar de sufrir o que los problemas que parecen sin resolver se resuelvan. Este grito de ayuda se puede escuchar.

En cualquiera de estos casos, tu mereces ser escuchado, tu dolor necesita atención y no se puede comparar con el dolor de otra persona.

 

Estate atento:

Los pensamientos suicidas se vuelven “anormales” cuando recurrir a ellos parece ser la única solución a los problemas, convirtiéndose así en un grave riesgo de intento de suicidio o de suicidio mismo. La intensidad de estos pensamientos, su profundidad, el contexto en el que surgen y la imposibilidad de desconectarse de ellos son los factores que distinguen a una persona sana de una que está al borde de una crisis suicida.

¡El deseo de morir es una señal de advertencia! Representa la insatisfacción de la persona con su forma de vida en la actualidad.

Así que comencemos evaluando el grado de riesgo de suicidio, teniendo en cuenta las siguientes preguntas:

  • Riesgo leve: tienes ganas de morir, pero no tienes un plan de acción concreto u organizado, ni intentos previos.
  • Riesgo moderado: tienes planes de suicidio. Pensar y planificar son factores de riesgo.
  • Riesgo severo o extremo: hay planes y preparación para el suicidio, no crees que puedas ser ayudado. Ya haz intentado el suicidio en otras oportunidades.

 

En cualquiera de estos casos, tu mereces ser escuchado, tu dolor necesita atención y no se puede comparar con el dolor de otra persona, ¡así que vayamos a la parte práctica! A continuación, recibirás consejos sobre cómo identificar tus signos de crisis y dónde obtener ayuda.

¡Queremos oirte y ayudarte!

Tenemos personas capacitadas esperando para atenderte. Tu podrás intercambiar mensajes con alguien de nuestro equipo.

¡Buscar ayuda no es un signo de debilidad!

¿Has probado todo? ¿Tu problema no tiene solución? Echa un buen vistazo … detente y mira a tu alrededor, ve cuántas personas, de todas las edades, apariencias y estilos de vida conoces o ves todos los días. Cada uno de ellos afronta sus dificultades de forma diferente, así que imagina cuántas posibilidades aún puedes descubrir de sobrellevar las tuyas. No conoces todas las técnicas, ni tienes todo el conocimiento, pero tal vez alguien cercano a ti sepa una manera de aliviar tu sufrimiento.

A esta ayuda la llamamos factores protectores y todos los necesitamos. A continuación observa en tus relaciones y también en tu rutina diaria los siguientes factores:

  • Apoyo social (amigos, compañeros de trabajo, vecinos y otras personas que puedan escucharte y ayudarte).
  • Vínculo familiar (tener apoyo en la familia también en momentos difíciles). A veces los problemas se adueñan de la rutina y parece que el amor ya no está presente, pero tal vez tengas un buen referente en tu familia (¿tal vez una tía, un primo o un hermano?).
  • Religiosidad (la vida espiritual brinda un sentido de vida y, a menudo te acerca a personas dispuestas a ayudarte).
  • Capacidad para resolver problemas (reconocer tu responsabilidad y pensar en posibilidades).
  • Estilo de vida (intentar comer sano, dormir bien, no consumir alcohol u otras drogas. Malos hábitos solo empeoran tu forma de ver la situación. También trata de hacer ejercicio, cronometrar-pensar-actuar.

 

En momentos de mayor tranquilidad puedes organizarte para afrontar los momentos de crisis y superarlos sin lastimarte.

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Aquí podrás encontrar más sugerencias e informaciones sobre este tema.

¡Prepárate para la guerra!

¿A veces la desesperanza y la desesperación se apoderan de tus pensamientos? Necesitamos crear juntos un Plan de Seguridad para episodios de crisis. Es fundamental reconocer las señales de advertencia frente a una crisis. En momentos de mayor tranquilidad puedes organizarte para afrontar los momentos de crisis y superarlos sin lastimarte. ¿Vamos a ver cómo lo hacemos?

¿Qué tipo de pensamientos, estados de ánimo y comportamientos te dan indicios de que se avecina una crisis? Estos son solo algunos ejemplos:

«Cuando cancelo todas mis actividades y solo quiero dormir».

«Cuando tengo pensamientos recurrentes de que soy una carga para otras personas».

«Cuando me siento agitado como si tuviera que hacer algo de inmediato para aliviar el dolor».

Cuando note estas señales de advertencia, debe activar tu Plan de Seguridad.

¿A veces la desesperanza y la desesperación se apoderan de tus pensamientos? Necesitamos crear juntos un Plan de Seguridad para episodios de crisis. Es fundamental reconocer las señales de advertencia frente a una crisis. En momentos de mayor tranquilidad puedes organizarte para afrontar los momentos de crisis y superarlos sin lastimarte. ¿Vamos a ver cómo lo hacemos?

¿Qué tipo de pensamientos, estados de ánimo y comportamientos te dan indicios de que se avecina una crisis? Estos son solo algunos ejemplos:

«Cuando cancelo todas mis actividades y solo quiero dormir».

«Cuando tengo pensamientos recurrentes de que soy una carga para otras personas».

«Cuando me siento agitado como si tuviera que hacer algo de inmediato para aliviar el dolor».

Cuando note estas señales de advertencia, debe activar tu plan de seguridad.

 1 – Intenta calmarte y consolarte …

Crea una lista de actividades que te generen calma y sean relajantes. Recurre a ellas ni bien tengas uno de estos pensamientos o la necesidad de hacerte daño. Por ejemplo: puedes salir y dar un paseo, tomar un baño caliente, hacer ejercicio, rezar o escribir en tu diario tus pensamientos.

 2 – Piensa en razones para vivir …

A veces, el dolor puede envolver los pensamientos positivos. Crea una lista para recordar a las personas que amas, las cosas que amas hacer y las razones para estar agradecido. Ten esa lista cerca de ti.

 3 – Acércate a los demás y pide ayuda …

Haz una lista de varias personas (con el número de teléfono) con las que puede hablar o que estén dispuestas y disponibles para ayudar con el resto de tu plan de seguridad durante una crisis. En esta lista de personas, puedes incluir amigos, familiares, compañeros de trabajo, colegas de la escuela o la universidad, alguien de su iglesia, etc.

Sí, ¡necesitas contarle a alguien tus sentimientos! Imaginar que no puedes contar con nadie es un factor de riesgo. Si sientes que no puedes confiar en nadie en este momento o que tu solicitud de ayuda podría «molestar» a la persona, debes buscar ayuda profesional (psicólogos o psiquiatras) quienes te ayudarán con tu plan de seguridad y también te guiarán a que elijas a alguien de tu entorno en quien confiar. ¿Correcto?

Si no te siente seguro para hablar sobre tus pensamientos y sentimientos de muerte y sientes que estás en crisis, debe recurrir a personas que simplemente puedan hacerte compañía, es decir, alguien que pueda estar a tu lado, charlar, llevarte a dar un paseo, o incluso estar en silencio a tu lado. El papel de esta persona, ahora, es mantenerte a salvo y evitar que tengas pensamientos suicidas.

 4 – Asegúrate de estar en un entorno seguro …

 Esto puede implicar pedirle a alguien que elimine cosas que probablemente usarías para lastimarse o saber advertir que deberías estar en otro lugar hasta que los sentimientos cambien. Haz una lista de entornos sociales, por ejemplo: parques, gimnasios, cines, etc. que son seguros y te distraen.

 5 – Ayuda profesional … 

Recuerda que existen servicios especializados y ubicaciones de ayuda profesional para asistirte. Por ejemplo: programas y proyectos que mejoran la vida, a los que puede acceder por teléfono o Internet; acceso a psicoterapia online con psicólogos especializados u hospitales, urgencias, centros de salud, etc. Si no puede llegar a uno de estos lugares, puede llamar al 911 o a los bomberos.

Recuerda siempre:

  • Estar solo no es una buena idea.
  • La crisis pasará.
  • Vivir es la mejor opción.
  • La muerte no es una buena solución.
  • ¡Hay un camino para todo! Con ayuda, también encontrarás una solución.

 

Puedes descargar aquí el PLAN DE SEGURIDAD CONTRA EL SUICIDIO.

 ¿Cómo funciona?

 Debe crear un plan de seguridad para que, si tiene pensamientos o deseos de lastimarse, puedas comenzar en el paso 1 y continuar con los demás pasos hasta que te sientas seguro. El mejor momento para crear tu plan es ahora, antes de que llegue la crisis.

Recuerda :

  • Los pensamientos suicidas pueden ser muy fuertes y parecer que duran para siempre.

Con ayuda y tiempo, estos pensamientos siempre pasan.

  • Cuando pasan, puedes invertir energía para resolver los problemas que contribuyeron a hacerte sentir tan mal.
  • La desesperanza que sientes en este momento no durará para siempre.
  • Es importante que obtengas ayuda y apoyo.
  • Puede superar este momento difícil. Todo tiene solución, incluso si no está viendo la salida en este momento.
  • Cuando tienes pensamientos suicidas, puede ser difícil concentrarse y pensar con claridad. Por lo tanto, haz copias de este plan y colócalo en lugares que puedas encontrarlo fácilmente, como tu bolso, billetera o teléfono celular.

 

 

 

¿Y qué más?

El suicidio, al ser considerado un acto deliberado con intención de muerte, genera incertidumbre. Sin embargo, estudios en el campo de la psicología muestran que la persona que quiere suicidarse muchas veces quiere reducir su sufrimiento porque encuentra el dolor insoportable, porque piensa que es la única salida a problemas, dilemas, dificultades, crisis y otras situaciones. Es un escape. Un alivio de las presiones externas con la idea de lograr la paz, un descanso de sus tormentos.

 

Luego volvemos a la pregunta al comienzo del texto: ¿Es la muerte (por suicidio) el pasaporte a esta nueva vida? La respuesta es no.

 

El pasaporte para una vida sana es reconocerse como una persona que comete errores; una persona que tiene problemas; que hiere a los demás y es herido muchas veces; una persona que no tiene el control de todas las cosas que suceden a su alrededor. Pero también saber que existe la posibilidad de recuperar, rehacer, cambiar, perdonar y ser perdonados.

 

Las cosas nunca volverán a ser como antes, ¡pero pueden ser incluso mejores! El significado de la vida está en la esperanza de un día mejor, incluso si todo parece desmoronarse. Confiar en que puedes hacer tu parte y mejorar un poco tu vida cada día te devuelve de esperanza hacia futuro lleno de posibilidades.

 

En esta trayectoria de incertidumbre, no olvides mirar hacia los lados. Tener un objetivo y un enfoque es importante, pero mirar las pequeñas cosas buenas de cada día, percibir los pequeños gestos de las personas con las que convivimos ayuda mucho en este camino. Un simple «buenos días» o una sonrisa tiene el poder de devolverle el sentido a tu vida, pero debes permitirte mirar y comprender lo bueno que nos rodea.

 

También debes saber que incluso con todos los problemas, tenemos un gran amigo que nunca nos deja solos. Nos acompaña a diario y quiere ayudarte a ti también. Este amigo de todas las horas es Jesús, que se está acercando a ti ahora mismo para ofrecerte ayuda. ¡confía en él! Él puede hacer nuevas todas las cosas, ¡incluso cuando nos parezca imposible!

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Romanos 8.38-39

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